Más que un deporte una filosofía de vida. El surf es más que una postura … tiene que ver mucho con una forma de ser.
Un surfer es alguien al que el mar le absorbe tanto que es el único lugar que le permite olvidarse y desconectarse de la vida rutinaria …le permite liberar su alma y espíritu, y despejar su mente para poder pensar.
Surfear una ola es una sensación difícil de explicar con palabras, es una mezcla de placer y libertad.
Cómo describir ciertos momentos como surfear al amanecer, o al atardecer hasta que no haya más luz, cómo describir esa sensación de libertad el olor a yodo y el ruido de la ola rompiendo por detrás, y lo mejor de todo… cómo describir todos estos momentos si los vives con amigos.
Ese es el espíritu del surf, siempre buscando la mejor ola; al principio quieres ver como es la ola que rompe en tu playa, después te juntas con varios amigos y quieres saber cómo es la ola que rompe allí, a lo lejos, la que no se ve desde aquí; más tarde esa búsqueda crece y empiezas a viajar a otros países, a otros lugares, en búsqueda de «esa» ola, que te puede llevar el resto de tu vida… y eso es lo más bonito, esa búsqueda constante e interminable de la “ola de tu vida”, es lo que hace que te sientas vivo.
Quizá sea ese mágico vínculo con el mar lo que hace que nos unamos más a la naturaleza, que respetemos más el medio ambiente y nos preocupemos por cuidar nuestro planeta. Quizá por momentos nos sentimos como una especie de “heroes” por estos ideales, por defenderlos y pregonarlos, pero cuando uno descubre que el surfista de al lado; el que esta allí, en esa playa a lo lejos; y el de otras tierras, otros países, que conocemos en la búsqueda de “nuestra ola perfecta”, llego a la conclusión de que no soy el único “loco” en este mundo, por suerte hay varios como yo… por suerte hay varios surfistas de corazón.
¿Quieres saber que se siente surfear? Mira en tu interior y si en tu fondo te has sentido identificado con algunas de estas palabras, ya has dado un gran paso, solo te falta una tabla y un poco de mar.