A pesar de que el verano es la época con mejor clima para la actividad del surf, la mejor temporada para coger olas en el norte suele ser de Septiembre a Junio. Las playas del norte de la Península Ibérica se posicionan como los escenarios predilectos para realizar tan exigente y divertida actividad. De este modo playas como la de Bakio se han convertido en La Meca para los aficionados, contando con olas que hacen las delicias de los surfistas. Paralelamente, posee una gran extensión de playa, con una calidad excepcional en la arena y su fondo marino no cuenta con demasiadas rocas y picos peligrosos.
No nos alejamos demasiado porque la también playa vasca de Mundaka está considerada como la desembocadura de ría que cuenta con las mejores olas de Europa. Entiéndase, esto significa que, en muchas ocasiones, solo los profesionales deberían atreverse a desafiar sus olas, aunque no hay nada imposible gracias a las escuelas de surf. También en Vizcaya, contamos con la playa salvaje de Meñakoz, cala de roca ideal para quienes busquen espacios solitarios y tranquilos. Punta Galea, espigón de rocas y de díficil acceso, nos presenta olas peligrosas aptas solo para expertos y conocedores de la zona, debido a que la ola rompe cerca del acantilado.
Cerca de Cangas de Onís descubrimos la playa de La Areoura, que parece un lugar apacible y en permanente calma hasta que sube la marea y comienza la diversión. También en territorio asturiano se encuentra la playa de Espasa, una zona muy recomendable para familias y surfistas noveles; en Gijón tenemos las playas de San Lorenzo y El Mongol, la de San Lorenzo es una playa urbana y muy concurrida, con diversos picos de derecha a izquierda, y El Mongol produce una buena ola de derechas con diferentes secciones que se pueden coger siempre que haya mucho mar. La playa de Rodiles, en Villaviciosa, ofrece diferentes posibilidades, con marea baja se producen olas fuertes y largas de izquierdas. También en Villaviciosa, nos encontramos con playa España, orientada al norte, con olas que rompen muy cerca de la orilla.
En la provincia de Pontevedra, donde se hallan las playas más meridionales del norte peninsular (las famosas Rías Baixas), contamos con una playa con más de dos mil metros de litoral, la de Patos. Poco masificada, es una opción a tener siempre en cuenta. También en las Rías Baixas, la playa de A Lanzada alarga su extensión hasta los tres mil metros, ofreciendo a los surfistas diferentes experiencias dentro del mismo espacio (con paisajes igualmente notables). A modo de cala, la playa de Pantín con su ola de derechas, es referencia en el surf gallego, ya que desde hace tiempo se viene celebrando una prueba del WQS. En Ferrol, nos encontramos con la playa de Doniños, una de las más famosas y visitadas de Galicia.
Volviendo a propuestas pensadas para los más aficionados, los que acaban de dar sus primeras clases en las distintas escuelas de surf, la playa Guadamía ofrece olas más sosegadas aunque no hay que perder de vista los pequeños acantilados rocosos de sus márgenes. Por supuesto, nuestra relación de playas no estaría completa sin la de Somo con la isla de Santa Marina, quizá la más popular de Cantabria y una de las más frecuentadas no solo por los surfistas nacionales sino por los extranjeros, con una potente derecha de categoría mundial. La playa de Berria, en donde nos encontramos, dispone de olas ideales para todos los niveles, así como la playa de Laredo, que destaca por su belleza y vistas espectaculares. La playa del Brusco, una de las mejores a nivel nacional, destaca por la calidad de sus tubos, comparados a menudo con los de Hossegor en Francia. Para concluir, no podemos dejar atrás la playa de Liencres, con una extensión de 2 km. y en un entorno inmejorable para la práctica del surf en todos sus niveles; y la de Los Locos, con un ambiente muy animado, en la que siempre debemos prestar especial atención a sus fuertes resacas.