Ha sido un comienzo caliente en el invierno de Hawai. En primer lugar, Evan Geiselman y lo que sólo puede ser descrito como una historia milagrosa de supervivencia.
Después de cojerse un tubazo de más de 12 pies, Evan acabó inconsciente después de golpear su cabeza en el arrecife.
Pasó tres olas bajo el agua. Una prestigiosa revista pregunto a un profesional de la medicina, y nos cuenta lo que ocurrió a partir de que Evan se golpease con la cabeza las rocas.
“Cuando alguien es golpeado en la cabeza y se llega a una falta de oxígeno tan brutal, el cuerpo reacciona con un suspiro y lo normal es que se llegue a inhalar agua, comenta comenta un doctor. Ahí es donde está el gran problema, básicamente se inundan los pulmones y cuando esto ocurre el proceso de ahogamiento comienza.
El Bodyboarder Andre Botha fue capaz de llegar a Evan tan rápido como le fue posible, después de haber visto al de Florida como le cerraba ese tubazo, ni corto ni perezoso se dirigió directamente hacia la zona donde debía encontrarse Evan pero no le veía aparecer. Dice Andre Botha que cuando ve a alguien en Pipe cogerse una bomba de esas siempre mira para ver lo que esta pasando. “Lo normal es que cuando me vuelvo a dar la vuelta veo al surfista aparecer, pero esta vez no fue así, entonces pensé, a la mierda hombre, tengo que ir a por el, así que empecé a remar.
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Evan pasó tres olas bajo el agua, en este tiempo sus pulmones comenzaron a llenarse de líquido. Andre llegó a Evan, la cara «era de un color morado, azul oscuro, sus ojos estaban en blanco, y estaba echando espuma por la boca».
Cuando estás en este estado como Evan, estás muy cerca del daño cerebral permanente o la muerte. «El problema es que los pulmones están llenos de líquido por lo que las venas y arterias que pasan alrededor de los pulmones no pueden reponer el oxígeno», explica el médico consultado que «Cuando no hay oxígeno en la sangre, es cuando se produce la lesión primaria en el cerebro.»
También está la cuestión de los daños en los pulmones. «El agua puede ser muy tóxico para los pulmones y ocasionar una lesión importante, después de que tus pulmones se inunden, especialmente en agua sucia», dice el médico. «La gente cree que el agua salada es limpia, pero el agua salada contiene una gran cantidad de bacterias en si misma, por lo que puede ocasionar inflamaciones en el pulmón.»
Andre pensó que Evan ya estaba muerto: «Estaba convencido de que el hombre estaba muerto en ese momento, fue cuando empecé a soplar aire en la boca, Evan soltó una buena bocanada de aire y el agua empezó a salir.»
Esa bocanada de aire resultó ser aliento de vida, y Evan fue capaz de ser resucitado en la playa. Aunque, todavía no estaba fuera de peligro. Todavía había el riesgo de ahogamiento secundario.
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«En el agua salada lo vemos todo el tiempo», dice este médico. «Hay bacterias en agua salada así que la mayoría de la infecciónes pulmonares acaban siendo una neumonía después de la inflamación del pulmón. Un pulmón inflamado o hinchado lleno de agua evita que el paciente respire y sin unos cuidados intensivos moriría. »
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Se estima que una persona puede permanecer entre tres a cuatro minutos bajo el agua sin oxígeno. Ese tiempo se reduce drásticamente cuando eres revolcado por olas de 20 a 40 pies.
Cuando el chaleco inflable de Greg Long falló mientras cogía una ola gigante en Cortes Bank en el 2012 fue condenado a aguantar más de cuatro olas que casi lo matan. Greg estuvo bajo el agua mucho menos de tres minutos, pero el impacto de la segunda ola de que calló en su cabeza limitó sus reservas de oxígeno, esto hizo que su cuerpo y pulmones entrasen en estado de shock.
«En esta lucha aguda o respuesta al revolcón, hizo que su tasa metabólica aumentase utilizando más oxígeno, incluso esto pasa estando inconsciente, por lo que, en teoría, tienes menos tiempo al estar utilizando más oxígeno», explica el médico.
Tal es la fortaleza mental de Greg, que tomó la decisión de no abrir la boca para respirar, no importó qué. «Mi cuerpo se convulsionase radicalmente, pidiendo desesperadamente que yo respirase, pero todavía estaba muy en el fondo, y tomé la decisión muy consciente de que no importa qué, no lo haría».
Pasó un buen rato sin respirar. Esto le llevó a un estado conocido como laringoespasmo en el que la garganta y músculos de la cara convulsionan, se produce el cierre de las vía aéreas y se detiene la entrada de agua. Esto es en el mejor de los casos, lo que permite una recuperación relativamente rápida y sin problemas.
La fuerza mental necesaria para soportar la agonía sin oxígeno del cuerpo, es lo que separa a los mortales de la talla de Greg Long del resto de los mortales.
Sin embargo, es el accidente sufrido por Owen Wright, el que ha confundido a los profesionales de la medicina. El derrame cerebral o sangrado del cerebro, incluso en los casos leves, es una lesión grave que puede llevar a la muerte si no se trata.
Es muy común que en el caso de «un golpe contundente» en la cabeza con otro objeto, por ejemplo cuando una persona ha sido derribada por un golpe. La persona lesionada o que recibió un golpe contundente, opte por los calmantes de dolor y no buscar consejo médico, en cuyo caso el cerebro sigue sangrando y esto puede ocasionar que el herido nunca despierte.
El caso es que la cabeza de Owen no entró en contacto con ninguna cosa. La única vez que nuestro profesional de la medicina ha oído hablar de sangrado en el cerebro sin traumatismo está en el tipo de traumatismo cervical severo que se obtiene de un accidente de coche. Esto dice mucho del poder de los tubos en esta poderosa ola.
«Supongo que si la ola golpeó entre los omóplatos provocando una hiperextensión significativa del cuello, la lesión cerebral se puede dar cuando el cerebro se mueve dentro de la cavidad craneal, pero nunca he oído hablar de que eso ocurra sin romper la columna vertebral», dice .
De todo esto sacamos algo en claro sobre todo de las palabras de Greg Long, ¡nunca intentes respirar debajo del agua! si no puedes salir procura no respirar, aunque parezca algo extremo y obvio, no todo el mundo lo sabe, y lo más importante es que esto te puede salvar la vida.
Artículo extraído de Stabmag
Escuela de Surf Watsay